Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Colosenses 3.2
Leitura diária na versão Rayana Valera - Espanhol


Esdras 7
Esdras 8
Lucas 21.5-38

Esdras 7


1
PASADAS estas cosas, en el reinado de Artajerjes rey de Persia, Esdras, hijo de Seraías, hijo de Azarías, hijo de Hilcías,
2
Hijo de Sallum, hijo de Sadoc, hijo de Achîtob,
3
Hijo de Amarías, hijo de Azarías, hijo de Meraioth,
4
Hijo de Zeraías, hijo de Uzzi, hijo de Bucci,
5
Hijo de Abisue, hijo de Phinees, hijo de Eleazar, hijo de Aarón, primer sacerdote:
6
Este Esdras subió de Banilonia, el cual era escriba diligente en la ley de Moisés, que Jehová Dios de Israel había dado y concedióle el rey, según la mano de Jehová su Dios sobre él, todo lo que pidió.
7
Y subieron con él á Jerusalem de los hijos de Israel, y de los sacerdotes, y Levitas, y cantores, y porteros, y Nethineos, en el séptimo año del rey Artajerjes.
8
Y llegó á Jerusalem en el mes quinto, el año séptimo del rey.
9
Porque el día primero del primer mes fué el principio de la partida de Babilonia, y al primero del mes quinto llegó á Jerusalem, según la buena mano de su Dios sobre él
10
Porque Esdras había preparado su corazón para inquirir la ley de Jehová, y para hacer y enseñar á Israel mandamientos y juicios.
11
Y este es el traslado de la carta que dió el rey Artajerjes á Esdras, sacerdote escriba, escriba de las palabras mandadas de Jehová, y de sus estatutos á Israel:
12
Artajerjes, rey de los reyes, á Esdras sacerdote, escriba perfecto de la ley del Dios del cielo: Salud, etc.
13
Por mí es dado mandamiento, que cualquiera que quisiere en mi reino, del pueblo de Israel y de sus sacerdotes y Levitas, ir contigo á Jerusalem, vaya.
14
Porque de parte del rey y de sus siete consultores eres enviado á visitar á Judea y á Jerusalem, conforme á la ley de tu Dios que está en tu mano
15
Y á llevar la plata y el oro que el rey y sus consultores voluntariamente ofrecen al Dios de Israel, cuya morada está en Jerusalem
16
Y toda la plata y el oro que hallares en toda la provincia de Babilonia, con las ofrendas voluntarias del pueblo y de los sacerdotes, que de su voluntad ofrecieren para la casa de su Dios que está en Jerusalem.
17
Comprarás pues prestamente con esta plata becerros, carneros, corderos, con sus presentes y sus libaciones, y los ofrecerás sobre el altar de la casa de vuestro Dios que está en Jerusalem.
18
Y lo que á ti y á tus hermanos pluguiere hacer de la otra plata y oro, hacedlo conforme á la voluntad de vuestro Dios.
19
Y los vasos que te son entregados para el servicio de la casa de tu Dios, los restituirás delante de Dios en Jerusalem.
20
Y lo demás necesario para la casa de tu Dios que te fuere menester dar, daráslo de la casa de los tesoros del rey.
21
Y por mí el rey Artajerjes es dado mandamiento á todos los tesoreros que están al otro lado del río, que todo lo que os demandare Esdras sacerdote, escriba de la ley del Dios del cielo, concédase le luego,
22
Hasta cien talentos de plata, y hasta cien coros de trigo, y hasta cien batos de vino, y hasta cien batos de aceite y sal sin tasa.
23
Todo lo que es mandado por el Dios del cielo, sea hecho prestamente para la casa del Dios del cielo: pues, ¿por qué habría de ser su ira contra el reino del rey y de sus hijos?
24
Y á vosotros os hacemos saber, que á todos los sacerdotes y Levitas, cantores, porteros, Nethineos y ministros de la casa de Dios, ninguno pueda imponerles tributo, ó pecho, ó renta.
25
Y tú, Esdras, conforme á la sabiduría de tu Dios que tienes, pon jueces y gobernadores, que gobiernen á todo el pueblo que está del otro lado del río, á todos los que tienen noticia de las leyes de tu Dios y al que no la tuviere le enseñaréis.
26
Y cualquiera que no hiciere la ley de tu Dios, y la ley del rey, prestamente sea juzgado, ó á muerte, ó á dasarraigo, ó á pena de la hacienda, ó á prisión.
27
Bendito Jehová, Dios de nuestros padres, que puso tal cosa en el corazón del rey, para honrar la casa de Jehová que está en Jerusalem.
28
E inclinó hacia mí su misericordia delante del rey y de sus consultores, y de todos los príncipes poderosos del rey. Y yo, confortado según la mano de mi Dios sobre mí, junté los principales de Israel para que subiesen conmigo.

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Esdras 8


1
Y ESTOS son los cabezas de sus familias, y genealogía de aquellos que subieron conmigo de Babilonia, reinando el rey Artajerjes:
2
De los hijos de Phinees, Gersón de los hijos de Ithamar, Daniel de los hijos de David, Hattus
3
De los hijos de Sechânías y de los hijos de Pharos, Zacarías, y con él, en la línea de varones, ciento y cincuenta
4
De los hijos de Pahath-moab, Elioenai, hijo de Zarahi, y con él doscientos varones
5
De los hijos de Sechânías, el hijo de Jahaziel, y con él trescientos varones
6
De los hijos de Adín, Ebed, hijo de Jonathán, y con él cincuenta varones
7
De los hijos de Elam, Isaía, hijo de Athalías, y con él setenta varones
8
Y de los hijos de Sephatías, Zebadías, hijo de Michâel, y con él ochenta varones
9
De los hijos de Joab, Obadías, hijo de Jehiel, y con él doscientos diez y ocho varones
10
Y de los hijos de Solomith, el hijo de Josiphías, y con él ciento y sesenta varones
11
Y de los hijos de Bebai, Zacarías, hijo de Bebai, y con él veintiocho varones
12
Y de los hijos de Azgad, Johanán, hijo de Catán, y con él ciento y diez varones
13
Y de los hijos de Adonicam, los postreros, cuyos nombres son estos, Eliphelet, Jeiel, y Semaías, y con ellos sesenta varones
14
Y de los hijos de Bigvai, Utai y Zabud, y con ellos sesenta varones.
15
Y juntélos junto al río que viene á Ahava, y reposamos allí tres días: y habiendo buscado entre el pueblo y entre los sacerdotes, no hallé allí de los hijos de Leví.
16
Entonces despaché á Eliezer, y á Ariel, y á Semaías, y á Elnathán, y á Jarib, y á Elnathán, y á Nathán, y á Zacarías, y á Mesullam, principales asimismo á Joiarib y á Elnathán, hombres doctos
17
Y enviélos á Iddo, jefe en el lugar de Casipia, y puse en boca de ellos las palabras que habían de hablar á Iddo, y á sus hermanos los Nethineos en el lugar de Casipia, para que nos trajesen ministros para la casa de nuestro Dios.
18
Y trajéronnos, según la buena mano de nuestro Dios sobre nosotros, un varón entendido de los hijos de Mahalí, hijo de Leví, hijo de Israel y á Serabías con sus hijos y sus hermanos, dieciocho
19
Y á Hasabías, y con él á Isaía de los hijos de Merari, á sus hermanos y á sus hijos, veinte
20
Y de los Nethineos, á quienes David con los príncipes puso para el ministerio de los Levitas, doscientos y veinte Nethineos: todos los cuales fueron declarados por sus nombres.
21
Y publiqué ayuno allí junto al río de Ahava, para afligirnos delante de nuestro Dios, para solicitar de él camino derecho para nosotros, y para nuestros niños, y para toda nuestra hacienda.
22
Porque tuve vergüenza de pedir al rey tropa y gente de á caballo que nos defendiesen del enemigo en el camino: porque habíamos hablado al rey, diciendo: La mano de nuestro Dios es para bien sobre todos los que le buscan mas su fortaleza y su furor sobre todos los que le dejan.
23
Ayunamos pues, y pedimos á nuestro Dios sobre esto, y él nos fué propicio.
24
Aparté luego doce de los principales de los sacerdotes, á Serebías y á Hasabías, y con ellos diez de sus hermanos
25
Y peséles la plata, y el oro, y los vasos, la ofrenda que para la casa de nuestro Dios habían ofrecido el rey, y sus consultores, y sus príncipes, todos los que se hallaron en Israel.
26
Pesé pues en manos de ellos seiscientos y cincuenta talentos de plata, y vasos de plata por cien talentos, y cien talentos de oro
27
Además veinte tazones de oro, de mil dracmas y dos vasos de metal limpio muy bueno, preciados como el oro.
28
Y díjeles: Vosotros sois consagrados á Jehová, y santos los vasos y la plata y el oro ofrenda voluntaria á Jehová, Dios de nuestros padres.
29
Velad, y guardadlos, hasta que los peséis delante de los príncipes de los sacerdotes y Levitas, y de los jefes de los padres de Israel en Jerusalem, en las cámaras de la casa de Jehová.
30
Los sacerdotes pues y Levitas recibieron el peso de la plata y del oro y de los vasos, para traerlo á Jerusalem á la casa de nuestro Dios.
31
Y partimos del río de Ahava el doce del mes primero, para ir á Jerusalem: y la mano de nuestro Dios fué sobre nosotros, el cual nos libró de mano de enemigo y de asechador en el camino.
32
Y llegamos á Jerusalem, y reposamos allí tres días.
33
Al cuarto día fué luego pesada la plata, y el oro, y los vasos, en la casa de nuestro Dios, por mano de Meremoth hijo de Urías sacerdote, y con él Eleazar hijo de Phinees y con ellos Jozabad hijo de Jesuá, y Noadías hijo de Binnui, Levitas
34
Por cuenta y por peso todo: y se apuntó todo aquel peso en aquel tiempo.
35
Los que habían venido de la cautividad, los hijos de la transmigración, ofrecieron holocaustos al Dios de Israel, doce becerros por todo Israel, noventa y seis carneros, setenta y siete corderos, doce machos cabríos por expiación: todo el holocausto á Jehová.
36
Y dieron los despachos del rey á sus gobernadores y capitanes del otro lado del río, los cuales favorecieron al pueblo y á la casa de Dios.

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Lucas 21

5-38
5
Y á unos que decían del templo, que estaba adornado de hermosas piedras y dones, dijo:
6
Estas cosas que veis, días vendrán que no quedará piedra sobre piedra que no sea destruída.
7
Y le preguntaron, diciendo: Maestro, ¿cuándo será esto? ¿y qué señal habrá cuando estas cosas hayan de comenzar á ser hechas?
8
El entonces dijo: Mirad, no seáis engañados porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy y, el tiempo está cerca: por tanto, no vayáis en pos de ellos.
9
Empero cuando oyereis guerras y sediciones, no os espantéis porque es necesario que estas cosas acontezcan primero: mas no luego será el fin.
10
Entonces les dijo: Se levantará gente contra gente, y reino contra reino
11
Y habrá grandes terremotos, y en varios lugares hambres y pestilencias: y habrá espantos y grandes señales del cielo.
12
Mas antes de todas estas cosas os echarán mano, y perseguirán, entregándoos á las sinagogas y á las cárceles, siendo llevados á los reyes y á los gobernadores por causa de mi nombre.
13
Y os será para testimonio.
14
Poned pues en vuestros corazones no pensar antes cómo habéis de responder:
15
Porque yo os daré boca y sabiduría, á la cual no podrán resistir ni contradecir todos los que se os opondrán.
16
Mas seréis entregados aun de vuestros padres, y hermanos, y parientes, y amigos y matarán á algunos de vosotros.
17
Y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre.
18
Mas un pelo de vuestra cabeza no perecerá.
19
En vuestra paciencia poseeréis vuestras almas.
20
Y cuando viereis á Jerusalem cercada de ejércitos, sabed entonces que su destrucción ha llegado.
21
Entonces los que estuvieren en Judea, huyan á los montes y los que en medio de ella, váyanse y los que estén en los campos, no entren en ella.
22
Porque estos son días de venganza: para que se cumplan todas las cosas que están escritas.
23
Mas ¡ay de las preñadas, y de las que crían en aquellos días! porque habrá apuro grande sobre la tierra é ira en este pueblo.
24
Y caerán á filo de espada, y serán llevados cautivos á todas las naciones: y Jerusalem será hollada de las gentes, hasta que los tiempos de las gentes sean cumplidos.
25
Entonces habrá señales en el sol, y en la luna, y en las estrellas y en la tierra angustia de gentes por la confusión del sonido de la mar y de las ondas:
26
Secándose los hombres á causa del temor y expectación de las cosas que sobrevendrán á la redondez de la tierra: porque las virtudes de los cielos serán conmovidas.
27
Y entonces verán al Hijo del hombre, que vendrá en una nube con potestad y majestad grande.
28
Y cuando estas cosas comenzaren á hacerse, mirad, y levantad vuestras cabezas, porque vuestra redención está cerca.
29
Y díjoles una parábola: Mirad la higuera y todos los árboles:
30
Cuando ya brotan, viéndolo, de vosotros mismos entendéis que el verano está ya cerca.
31
Así también vosotros, cuando viereis hacerse estas cosas, entended que está cerca el reino de Dios.
32
De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo sea hecho.
33
El cielo y la tierra pasarán mas mis palabras no pasarán.
34
Y mirad por vosotros, que vuestros corazones no sean cargados de glotonería y embriaguez, y de los cuidados de esta vida, y venga de repente sobre vosotros aquel día.
35
Porque como un lazo vendrá sobre todos los que habitan sobre la faz de toda la tierra.
36
Velad pues, orando en todo tiempo, que seáis tenidos por dignos de evitar todas estas cosas que han de venir, y de estar en pie delante del Hijo del hombre.
37
Y enseñaba de día en el templo y de noche saliendo, estábase en el monte que se llama de las Olivas.
38
Y todo el pueblo venía á él por la mañana, para oirle en el templo.

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