Jeremias 3Jeremias 4Juan 5.31-47Jeremias 3
1
DICEN: Si alguno dejare su mujer, y yéndose ésta de él se juntare á otro hombre, ¿volverá á ella más? ¿no será tal tierra del todo amancillada? Tú pues has fornicado con muchos amigos mas vuélvete á mí, dijo Jehová.
2
Alza tus ojos á los altos, y ve en qué lugar no te hayas publicado: para ellos te sentabas en los caminos, como Arabe en el desierto y con tus fornicaciones y con tu malicia has contaminado la tierra.
3
Por esta causa las aguas han sido detenidas, y faltó la lluvia de la tarde y has tenido frente de mala mujer, ni quisiste tener vergüenza.
4
A lo menos desde ahora, ¿no clamarás á mí, Padre mío, guiador de mi juventud?
5
¿Guardará su enojo para siempre? ¿eternalmente lo guardará? He aquí que has hablado y hecho cuantas maldades pudiste.
6
Y díjome Jehová en días del rey Josías: ¿Has visto lo que ha hecho la rebelde Israel? Vase ella sobre todo monte alto y debajo de todo árbol umbroso, y allí fornica.
7
Y dije después que hizo todo esto: Vuélvete á mí mas no se volvió. Y vió la rebelde su hermana Judá.
8
Que yo lo había visto que por todas estas causas en las cuales fornicó la rebelde Israel, yo la había despedido, y dádole la carta de su repudio y no tuvo temor la rebelde Judá su hermana, sino que también fué ella y fornicó.
9
Y sucedió que por la liviandad de su fornicación la tierra fué contaminada, y adulteró con la piedra y con el leño.
10
Y con todo esto, la rebelde su hermana Judá no se tornó á mí de todo su corazón, sino mentirosamente, dice Jehová.
11
Y díjome Jehová: Justificado ha su alma la rebelde Israel en comparación de la desleal Judá.
12
Ve, y clama estas palabras hacia el aquilón, y di: Vuélvete, oh rebelde Israel, dice Jehová no haré caer mi ira sobre vosotros: porque misericordioso soy yo, dice Jehová, no guardaré para siempre el enojo.
13
Conoce empero tu maldad, porque contra Jehová tu Dios has prevaricado, y tus caminos has derramado á los extraños debajo de todo árbol umbroso, y no oiste mi voz, dice Jehová.
14
Convertíos, hijos rebeldes, dice Jehová, porque yo soy vuestro esposo: y os tomaré uno de una ciudad, y dos de una familia, y os introduciré en Sión
15
Y os daré pastores según mi corazón, que os apacienten de ciencia y de inteligencia.
16
Y acontecerá, que cuando os multiplicareis y creciereis en la tierra, en aquellos días, dice Jehová, no se dirá más: Arca del pacto de Jehová ni vendrá al pensamiento, ni se acordarán de ella, ni la visitarán, ni se hará más.
17
En aquel tiempo llamarán á Jerusalem Trono de Jehová, y todas las gentes se congregarán á ella en el nombre de Jehová en Jerusalem: ni andarán más tras la dureza de su corazón malvado.
18
En aquellos tiempos irán de la casa de Judá á la casa de Israel, y vendrán juntamente de tierra del aquilón á la tierra que hice heredar á vuestros padres.
19
Yo empero dije: ¿Cómo te pondré por hijos, y te daré la tierra deseable, la rica heredad de los ejércitos de las gentes? Y dije: Padre mío me llamarás, y no te apartarás de en pos de mí.
20
Mas como la esposa quiebra la fe de su compañero, así prevaricasteis contra mí, oh casa de Israel, dice Jehová.
21
Voz sobre las alturas fué oída, llanto de los ruegos de los hijos de Israel porque han torcido su camino, de Jehová su Dios se han olvidado.
22
Convertíos, hijos rebeldes, sanaré vuestras rebeliones. He aquí nosotros venimos á tí porque tú eres Jehová nuestro Dios.
23
Ciertamente vanidad son los collados, la multitud de los montes: ciertamente en Jehová nuestro Dios está la salud de Israel.
24
Confusión consumió el trabajo de nuestros padres desde nuestra mocedad sus ovejas, sus vacas, sus hijos y sus hijas.
25
Yacemos en nuestra confusión, y nuestra afrenta nos cubre: porque pecamos contra Jehová nuestro Dios, nosotros y nuestros padres, desde nuestra juventud y hasta este día y no hemos escuchado la voz de Jehová nuestro Dios.
topoJeremias 4
1
SI te has de convertir, oh Israel, dice Jehová, conviértete á mí y si quitares de delante de mí tus abominaciones, no andarás de acá para allá.
2
Y jurarás, diciendo, Vive Jehová, con verdad, con juicio, y con justicia: y bendecirse han en él las gentes, y en él se gloriarán.
3
Porque así dice Jehová á todo varón de Judá y de Jerusalem: Haced barbecho para vosotros, y no sembréis sobre espinas.
4
Circuncidaos á Jehová, y quitad los prepucios de vuestro corazón, varones de Judá y moradores de Jerusalem no sea que mi ira salga como fuego, y se encienda y no haya quien apague, por la malicia de vuestras obras.
5
Denunciad en Judá, y haced oid en Jerusalem, y decid: Sonad trompeta en la tierra. Pregonad, juntad, y decid: Reuníos, y entrémonos en las ciudades fuertes.
6
Alzad bandera en Sión, juntaos, no os detengáis porque yo hago venir mal del aquilón, y quebrantamiento grande.
7
El león sube de su guarida, y el destruidor de gentes ha partido salido ha de su asiento para poner tu tierra en soledad tus ciudades serán asoladas, y sin morador.
8
Por esto vestíos de saco, endechad y aullad porque la ira de Jehová no se ha apartado de nosotros.
9
Y será en aquel día, dice Jehová, que desfallecerá el corazón del rey, y el corazón de los príncipes, y los sacerdotes estarán atónitos, y se maravillarán los profetas.
10
Y dije: ¡Ay, ay, Jehová Dios! verdaderamente en gran manera has engañado á este pueblo y á Jerusalem, diciendo, Paz tendréis pues que el cuchillo ha venido hasta el alma.
11
En aquel tiempo se dirá de este pueblo y de Jerusalem: Viento seco de las alturas del desierto vino á la hija de mí pueblo, no para aventar, ni para limpiar.
12
Viento más vehemente que estos vendrá á mí: y ahora yo hablaré juicios con ellos.
13
He aquí que subirá como nube, y su carro como torbellino más ligeros con sus caballos que las águilas. ¡Ay de nosotros, porque dados somos á saco!
14
Lava de la malicia tu corazón, oh Jerusalem, para que seas salva. ¿Hasta cuándo dejarás estar en medio de ti los pensamientos de iniquidad?
15
Porque la voz se oye del que trae las nuevas desde Dan, y del que hace oir la calamidad desde el monte de Ephraim.
16
Decid á las gentes he aquí, haced oir sobre Jerusalem: Guardas vienen de tierra lejana, y darán su voz sobre las ciudades de Judá.
17
Como las guardas de las heredades, estuvieron sobre ella en derredor, porque se rebeló contra mí, dice Jehová.
18
Tu camino y tus obras te hicieron esto, ésta tu maldad: por lo cual amargura penetrará hasta tu corazón.
19
¡Mis entrañas, mis entrañas! Me duelen las telas de mi corazón: mi corazón ruge dentro de mí no callaré porque voz de trompeta has oído, oh alma mía, pregón de guerra.
20
Quebrantamiento sobre quebrantamiento es llamado porque toda la tierra es destruída: en un punto son destruídas mis tiendas, en un momento mis cortinas.
21
¿Hasta cuándo tengo de ver bandera, tengo de oir voz de trompeta?
22
Porque mi pueblo es necio no me conocieron los hijos ignorantes y los no entendidos sabios para mal hacer, y para bien hacer no supieron.
23
Miré la tierra, y he aquí que estaba asolada y vacía y los cielos, y no había en ellos luz.
24
Miré los montes, y he aquí que temblaban, y todos los collados fueron destruídos.
25
Miré, y no parecía hombre, y todas las aves del cielo se habían ido.
26
Miré, y he aquí el Carmelo desierto, y todas sus ciudades eran asoladas á la presencia de Jehová, á la presencia del furor de su ira.
27
Porque así dijo Jehová: Toda la tierra será asolada mas no haré consumación.
28
Por esto se enlutará la tierra, y los cielos arriba se oscurecerán, porque hablé, pensé, y no me arrepentí, ni me tornaré de ello.
29
Del estruendo de la gente de á caballo y de los flecheros huyó toda la ciudad entráronse en las espesuras de los bosques, y subiéronse en peñascos todas las ciudades fueron desamparadas, y no quedó en ellas morador alguno.
30
Y tú, destruída, ¿qué harás? Bien que te vistas de grana, aunque te adornes con atavíos de oro, aunque pintes con antimonio tus ojos, en vano te engalanas menospreciáronte los amadores, buscarán tu alma.
31
Porque voz oí como de mujer que está de parto, angustia como de primeriza voz de la hija de Sión que lamenta y extiende sus manos, diciendo: ¡Ay ahora de mí! que mi alma desmaya á causa de los matadores.
topoJuan 5
31-47
31
Si yo doy testimonio de mí mismo, mi testimonio no es verdadero.
32
Otro es el que da testimonio de mí y sé que el testimonio que da de mí, es verdadero.
33
Vosotros enviasteis á Juan, y él dió testimonio á la verdad.
34
Empero yo no tomo el testimonio de hombre mas digo esto, para que vosotros seáis salvos.
35
El era antorcha que ardía y alumbraba: y vosotros quisisteis recrearos por un poco á su luz.
36
Mas yo tengo mayor testimonio que el de Juan: porque las obras que el Padre me dió que cumpliese, las mismas obras que yo hago, dan testimonio de mí, que el Padre me haya enviado.
37
Y el que me envió, el Padre, él ha dado testimonio de mí. Ni nunca habéis oído su voz, ni habéis visto su parecer.
38
Ni tenéis su palabra permanente en vosotros porque al que él envió, á éste vosotros no creéis.
39
Escudriñad las Escrituras, porque á vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna y ellas son las que dan testimonio de mí.
40
Y no queréis venir á mí, para que tengáis vida.
41
Gloria de los hombres no recibo.
42
Mas yo os conozco, que no tenéis amor de Dios en vosotros.
43
Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me recibís: si otro viniere en su propio nombre, á aquél recibiréis.
44
¿Cómo podéis vosotros creer, pues tomáis la gloria los unos de los otros, y no buscáis la gloria que de sólo Dios viene?
45
No penséis que yo os tengo de acusar delante del Padre hay quien os acusa, Moisés, en quien vosotros esperáis.
46
Porque si vosotros creyeseis á Moisés, creeríais á mí porque de mí escribió él.
47
Y si á sus escritos no creéis, ¿cómo creeréis á mis palabras?
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