Jeremias 5Jeremias 6Juan 6.1-24Jeremias 5
1
DISCURRID por las plazas de Jerusalem, y mirad ahora, y sabed, y buscad en sus plazas si halláis hombre, si hay alguno que haga juicio, que busque verdad y yo la perdonaré.
2
Y si dijeren: Vive Jehová por tanto jurarán mentira.
3
Oh Jehová, ¿no miran tus ojos á la verdad? Azotástelos, y no les dolió consumístelos, y no quisieron recibir corrección endurecieron sus rostros más que la piedra, no quisieron tornarse.
4
Yo empero dije: Por cierto ellos son pobres, enloquecido han, pues no conocen el camino de Jehová, el juicio de su Dios.
5
Irme he á los grandes, y hablaréles porque ellos conocen el camino de Jehová, el juicio de su Dios. Ciertamente ellos también quebraron el yugo, rompieron las coyundas.
6
Por tanto, león del monte los herirá, destruirálos lobo del desierto, tigre acechará sobre sus ciudades cualquiera que de ellas saliere, será arrebatado: porque sus rebeliones se han multiplicado, hanse aumentado sus deslealtades.
7
¿Cómo te he de perdonar por esto? Sus hijos me dejaron, y juraron por lo que no es Dios. Saciélos, y adulteraron, y en casa de ramera se juntaron en compañías.
8
Como caballos bien hartos fueron á la mañana, cada cual relinchaba á la mujer de su prójimo.
9
¿No había de hacer visitación sobre esto? dijo Jehová. De una gente como ésta ¿no se había de vengar mi alma?
10
Escalad sus muros, y destruid mas no hagáis consumación: quitad las almenas de sus muros, porque no son de Jehová.
11
Porque resueltamente se rebelaron contra mí la casa de Israel y la casa de Judá, dice Jehová.
12
Negaron á Jehová, y dijeron: El no es, y no vendrá mal sobre nosotros, ni veremos cuchillo ni hambre
13
Antes los profetas serán como viento, y no hay en ellos palabra así se hará á ellos.
14
Por tanto, así ha dicho Jehová Dios de los ejércitos: Porque hablasteis esta palabra, he aquí yo pongo en tu boca mis palabras por fuego, y á este pueblo por leños, y los consumirá.
15
He aquí yo traigo sobre vosotros gente de lejos, oh casa de Israel, dice Jehová gente robusta, gente antigua, gente cuya lengua ignorarás, y no entenderás lo que hablare.
16
Su aljaba como sepulcro abierto, todos valientes.
17
Y comerá tu mies y tu pan, que habían de comer tus hijos y tus hijas comerá tus ovejas y tus vacas, comerá tus viñas y tus higueras y tus ciudades fuertes en que tú confías, tornará en nada á cuchillo.
18
Empero en aquellos días, dice Jehová, no os acabaré del todo.
19
Y será que cuando dijereis: ¿Por qué hizo Jehová el Dios nuestro con nosotros todas estas cosas? entonces les dirás: De la manera que me dejasteis á mí, y servisteis á dioses ajenos en vuestra tierra así serviréis á extraños en tierra ajena.
20
Denunciad esto en la casa de Jacob, y haced que esto se oiga en Judá, diciendo:
21
Oid ahora esto, pueblo necio y sin corazón, que tienen ojos y no ven, que tienen oídos y no oyen:
22
¿A mí no temeréis? dice Jehová ¿no os amedrentaréis á mi presencia, que al mar por ordenación eterna, la cual no quebrantará, puse arena por término? Se levantarán tempestades, mas no prevalecerán bramarán sus ondas, mas no lo pasarán.
23
Empero este pueblo tiene corazón falso y rebelde tornáronse y fuéronse.
24
Y no dijeron en su corazón: Temamos ahora á Jehová Dios nuestro, que da lluvia temprana y tardía en su tiempo los tiempos establecidos de la siega nos guarda.
25
Vuestras iniquidades han estorbado estas cosas y vuestros pecados apartaron de vosotros el bien.
26
Porque fueron hallados en mi pueblo impíos acechaban como quien pone lazos pusieron trampa para tomar hombres.
27
Como jaula llena de pájaros, así están sus casas llenas de engaño: así se hicieron grandes y ricos.
28
Engordaron y pusiéronse lustrosos, y sobrepujaron los hechos del malo: no juzgaron la causa, la causa del huérfano con todo hiciéronse prósperos, y la causa de los pobres no juzgaron.
29
¿No tengo de visitar sobre esto? dice Jehová ¿y de tal gente no se vengará mi alma?
30
Cosa espantosa y fea es hecha en la tierra:
31
Los profetas profetizaron mentira, y los sacerdotes dirigían por manos de ellos y mi pueblo así lo quiso. ¿Qué pues haréis á su fin?
topJeremias 6
1
HUID, hijos de Benjamín, de en medio de Jerusalem, y tocad bocina en Tecoa, y alzad por señal humo sobre Beth-hacchêrem: porque del aquilón se ha visto mal, y quebrantamiento grande.
2
A mujer hermosa y delicada comparé á la hija de Sión.
3
A ella vendrán pastores y sus rebaños junto á ella en derredor pondrán sus tiendas cada uno apacentará á su parte.
4
Denunciad guerra contra ella: levantaos y subamos hacia el mediodía. ¡Ay de nosotros! que va cayendo ya el día, que las sombras de la tarde se han extendido.
5
Levantaos, y subamos de noche, y destruyamos sus palacios.
6
Porque así dijo Jehová de los ejércitos: Cortad árboles, y extended baluarte junto á Jerusalem: esta es la ciudad que toda ella ha de ser visitada violencia hay en medio de ella.
7
Como la fuente nunca cesa de manar sus aguas, así nunca cesa de manar su malicia injusticia y robo se oye en ella continuamente en mi presencia, enfermedad y herida.
8
Corrígete, Jerusalem, porque no se aparte mi alma de ti, porque no te torne desierta, tierra no habitada.
9
Así dijo Jehová de los ejércitos: Del todo rebuscarán como á vid el resto de Israel: torna tu mano como vendimiador á los cestos.
10
¿A quién tengo de hablar y amonestar, para que oigan? He aquí que sus orejas son incircuncisas, y no pueden escuchar he aquí que la palabra de Jehová les es cosa vergonzosa, no la aman.
11
Por tanto estoy lleno de saña de Jehová, trabajado he por contenerme derramaréla sobre los niños en la calle, y sobre la reunión de los jóvenes juntamente porque el marido también será preso con la mujer, el viejo con el lleno de días.
12
Y sus casas serán traspasadas á otros, sus heredades y también sus mujeres porque extenderé mi mano sobre los moradores de la tierra, dice Jehová.
13
Porque desde el más chico de ellos hasta el más grande de ellos, cada uno sigue la avaricia y desde el profeta hasta el sacerdote, todos son engañadores.
14
Y curan el quebrantamiento de la hija de mi pueblo con liviandad, diciendo, Paz, paz y no hay paz.
15
¿Hanse avergonzado de haber hecho abominación? No por cierto, no se han avergonzado, ni aun saben tener vergüenza: por tanto caerán entre los que caerán caerán cuando los visitaré, dice Jehová.
16
Así dijo Jehová: Paraos en los caminos, y mirad, y preguntad por las sendas antiguas, cuál sea el buen camino, y andad por él, y hallaréis descanso para vuestra alma. Mas dijeron: No andaremos.
17
Desperté también sobre vosotros atalayas, que dijesen: Escuchad á la voz de la trompeta. Y dijeron ellos: No escucharemos.
18
Por tanto oid, gentes, y conoce, oh conjunto de ellas.
19
Oye, tierra. He aquí yo traigo mal sobre este pueblo, el fruto de sus pensamientos porque no escucharon á mis palabras, y aborrecieron mi ley.
20
¿A qué viene para mí este incienso de Seba, y la buena caña olorosa de tierra lejana? Vuestros holocaustos no son á mi voluntad, ni vuestros sacrificios me dan gusto.
21
Por tanto Jehová dice esto: He aquí yo pongo á este pueblo tropiezos, y caerán en ellos los padres y los hijos juntamente, el vecino y su cercano perecerán.
22
Así ha dicho Jehová: He aquí que viene pueblo de tierra del aquilón, y gente grande se levantará de los cantones de la tierra.
23
Arco y escudo arrebatarán crueles son, que no tendrán misericordia sonará la voz de ellos como la mar, y montarán á caballo como hombres dispuestos para la guerra, contra ti, oh hija de Sión.
24
Su fama oimos, y nuestras manos se descoyuntaron apoderóse de nosotros angustia, dolor como de mujer que pare.
25
No salgas al campo, ni andes por camino porque espada de enemigo y temor hay por todas partes.
26
Hija de mi pueblo, cíñete de saco, y revuélcate en ceniza hazte luto como por hijo único, llanto de amarguras: porque presto vendrá sobre nosotros el destruidor.
27
Por fortaleza te he puesto en mi pueblo, por torre: conocerás pues, y examinarás el camino de ellos.
28
Todos ellos príncipes rebeldes, andan con engaño son cobre y hierro: todos ellos son corruptores.
29
Quemóse el fuelle, del fuego se ha consumido el plomo: por demás fundió el fundidor, pues los malos no son arrancados.
30
Plata desechada los llamarán, porque Jehová los desechó.
topJuan 6
1-24
1
PASADAS estas cosas, fuése Jesús de la otra parte de la mar de Galilea, que es de Tiberias.
2
Y seguíale grande multitud, porque veían sus señales que hacía en los enfermos.
3
Y subió Jesús á un monte, y se sentó allí con sus discípulos.
4
Y estaba cerca la Pascua, la fiesta de los Judíos.
5
Y como alzó Jesús los ojos, y vió que había venido á él grande multitud, dice á Felipe: ¿De dónde compraremos pan para que coman éstos?
6
Mas esto decía para probarle porque él sabía lo que había de hacer.
7
Respondióle Felipe: Doscientos denarios de pan no les bastarán, para que cada uno de ellos tome un poco.
8
Dícele uno de sus discípulos, Andrés, hermano de Simón Pedro:
9
Un muchacho está aquí que tiene cinco panes de cebada y dos pececillos ¿mas qué es esto entre tantos?
10
Entonces Jesús dijo: Haced recostar la gente. Y había mucha hierba en aquel lugar: y recostáronse como número de cinco mil varones.
11
Y tomó Jesús aquellos panes, y habiendo dado gracias, repartió á los discípulos, y los discípulos á los que estaban recostados: asimismo de los peces, cuanto querían.
12
Y como fueron saciados, dijo á sus discípulos: Recoged los pedazos que han quedado, porque no se pierda nada.
13
Cogieron pues, é hinchieron doce cestas de pedazos de los cinco panes de cebada, que sobraron á los que habían comido.
14
Aquellos hombres entonces, como vieron la señal que Jesús había hecho, decían: Este verdaderamente es el profeta que había de venir al mundo.
15
Y entendiendo Jesús que habían de venir para arrebatarle, y hacerle rey, volvió á retirarse al monte, él solo.
16
Y como se hizo tarde, descendieron sus discípulos á la mar
17
Y entrando en un barco, venían de la otra parte de la mar hacia Capernaum. Y era ya oscuro, y Jesús no había venido á ellos.
18
Y levantábase la mar con un gran viento que soplaba.
19
Y como hubieron navegado como veinticinco ó treinta estadios, ven á Jesús que andaba sobre la mar, y se acercaba al barco: y tuvieron miedo.
20
Mas él les dijo: Yo soy no tengáis miedo.
21
Ellos entonces gustaron recibirle en el barco: y luego el barco llegó á la tierra donde iban.
22
El día siguiente, la gente que estaba de la otra parte de la mar, como vió que no había allí otra navecilla sino una, y que Jesús no había entrado con sus discípulos en ella, sino que sus discípulos se habían ido solos
23
Y que otras navecillas habían arribado de Tiberias junto al lugar donde habían comido el pan después de haber el Señor dado gracias
24
Como vió pues la gente que Jesús no estaba allí, ni sus discípulos, entraron ellos en las navecillas, y vinieron á Capernaum buscando á Jesús.
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